La perfeccion

La Perfección

Deseos de controlar sinónimo de: frustración, irritación, impaciencia, ira, intolerancia.

Cuando niños nos enfadaba sentir que en muchas ocasiones, no podíamos controlar ninguna situación; y esperábamos con ansia, ser adultos para que las cosas fueran diferentes, pero cuando nos encontramos adultos, vemos que no podemos hacer todo como nosotros queremos o pensamos, nos es imposible controlar a nuestro conyugue, hijos , amigos, animales, todas las personas que se encuentran a nuestro alrededor.

Los perfeccionistas, no reconocemos que la vida es un proceso en curso, la cual cambia constantemente, los perfeccionistas nos preocupamos más por el orden, que por la gente.

Los padres que nunca están contentos con los logros de sus hijos, forman seres insatisfechos consigo mismos

Pocas veces un niño puede opinar con tranquilidad, sobre las expectativas que sus padres tienen, de él, o refutar las críticas que le hacen, porque corre el riesgo de ser víctima de los ataques verbales o físicos, al niño se le dice, no se atreva a contestarme y el aprende a acobardarse, y a evitar los errores.

A veces los perfeccionistas, renuncian a actuar y se convierten en fracasados por el temor a equivocarse, siendo que para aprender y adquirir madurez , hay que cometer errores.

Debemos repetir constantemente este lema “ Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerla bien.

Si nos interesa hacer algo, debemos estar dispuestos a hacerlo, por que vale la pena y no para demostrar que somos capaces.

Repita mentalmente sus logros, deje de escuchar a ese juez interno insatisfecho y exigente.

Descubra de que forma es usted perfeccionista, se preocupa usted por el aspecto físico, por su trabajo, por el cuidado de su hogar.

Cuando algo no le sale perfecto, cuales son las consecuencias externas, no sus respuestas internas,

Analice las consecuencias autodestructivas.

Si sus padres, nunca están contentos con lo que usted hace, reconozca que ellos siempre sentirán la necesidad de estar insatisfechos, pero nunca piense que usted nunca hace nada valioso.

Evite la competencia, deje de compararse con los demás.

Reconozca y acepte la parte cómica de ensayar y fallar, ríase de usted mismo.

Los seres humanos por naturaleza , cuando alcanzamos un logro nos gusta celebrar antes de empezar con uno nuevo; Los perfeccionistas nunca celebran.