Aunque no son el único lugar del cuerpo hacia donde se dirigen todas las miradas -sobre todo en el caso de las mujeres- las nalgas son la parte más básica de la cultura visual sexual.
Dice el refrán que "tiran más dos tetas que dos carretas". Si eso es así, ¿qué se podrá decir del culo? Al parecer, es mucho, aunque no son el único lugar del cuerpo hacia donde se dirigen todas las miradas -sobre todo en el caso de las mujeres- las nalgas son la parte más básica de la cultura visual sexual.
Cantantes y actrices como Jennifer López o Kim Kardashian deben gran parte de su fama a sus glúteos, mientras que otras, como la brasileña Andressa Soares, más
conocida en su tierra como la Mujer Sandía, son famosas exclusivamente por tener un culote. Aquí está, en toda su gloria, el último siglo en la historia de los culos, de cómo fotógrafos como Terry Richardson o directores de cine como Tinto Brass prácticamente hicieron sus carreras alrededor de ellos.
Pero el libro también habla de su poder de seducción, así como de su capacidad para ofender, burlarse, recibir castigos y seguir siendo la parte pudenda del cuerpo que, desnuda, tiene más facilidad para pasar el filtro de la censura.
- ¿Cómo diferenciar unas tetas operadas o naturales?
Toda persona es libre de decidir si le gustan grandes, medianas o pequeñas. Hay tetas para todos los gustos para felicidad de todos. En el caso de las reducciones es más difícil reconocer la operación, a menos que uno conociera con anterioridad a la dueña. Pero en el caso de los aumentos, la cosa resulta más fácil. Las siguientes son algunas claves de reconocimiento:
- Unos senos naturales nunca se verán ni se sentirán completamente duros. Por naturaleza, las senos son un poco gelatinosas.
Lo anterior es más fácil de apreciar cuando una mujer corre o camina porque los senos naturales tienden a moverse. Si son naturales, al acostarse de espaldas, la tendencia es que se deslicen un poco hacia los lados. Si se agacha, toman una forma cónica. En resumen, si los senos siempre mantienen su forma, definitivamente son operados.
- Los senos naturales nunca parecen dos mitades de una esfera pegadas sobre el pecho de una mujer.
- Si los pezones están apuntando hacia diferentes direcciones, o un seno se encuentra más alto que el otro o la distancia entre los dos es muy grande, no hay duda de que su dueña pasó por el quirófano y la operación quedó mal hecha.
- Los senos naturales nunca son perfectamente simétricos. Aunque la diferencia es mínima, siempre uno es un poquito más grande que el otro.
- La presencia de cicatrices debajo de las axilas, el busto o cerca de los pezones.
- Por lo general, una mujer muy delgada no tiene pechos grandes.
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